El paso hacia la vida adulta puede ser una montaña rusa de emociones, tanto para ti como para tu hijo con autismo.
¿Cómo asegurar que este proceso sea lo más suave posible?
Es un tema que cada vez resuena más entre los profesionales que trabajamos con jóvenes en el espectro autista.
Después de todo, la transición a la adultez es un desafío para cualquier joven, pero especialmente para aquellos en el espectro.
No se trata de un ‘lanzamiento’ repentino hacia la independencia, como a veces nos hacen creer. Es más bien un camino lleno de pasos, pequeños y grandes, que requieren paciencia, comprensión y, sobre todo, un enfoque personalizado. Mi experiencia trabajando con jóvenes, tanto neurotípicos como neurodivergentes, me ha enseñado que la clave está en mantener la calma y enfocarnos en el desarrollo gradual.
Construyendo Competencias
Adoptar una perspectiva a largo plazo sobre esta transición puede reducir significativamente la ansiedad. Créeme, tu hijo notará cómo manejas esta etapa, y eso influirá en cómo él mismo la afronta.
Identificar Fortalezas
En nuestros programas, hemos aprendido algo invaluable:
La importancia de reconocer las fortalezas individuales.
Uno de nuestros participantes, un joven con una habilidad impresionante para enfocarse en temas específicos, me mostró cómo esa misma atención al detalle podría convertirse en una ventaja competitiva en el mundo laboral.
Es posible que tu hijo tarde un poco más en ser consciente de sus fortalezas, pero cuando lo haga, esas cualidades se convertirán en sus herramientas más valiosas. Así que, cuando lo veas destacar en algo, recuérdale lo valioso que es y cómo esas habilidades serán esenciales en su vida adulta.
Practicar la Flexibilidad
¿Recuerdas la primera vez que tu hijo tuvo que enfrentarse a un cambio inesperado?
Probablemente no fue fácil.
Ahora imagina eso multiplicado en la transición a la adultez.
Para un joven con autismo, adaptarse a nuevas situaciones es como aprender a tocar un nuevo instrumento: requiere práctica y paciencia.
Es aquí donde tú puedes hacer una gran diferencia. Anímalo a probar cosas nuevas, ya sea un curso en la universidad comunitaria sobre un tema que le apasione o un voluntariado. Estos pequeños pasos ayudarán a tu hijo a sentirse más cómodo con lo desconocido, preparándolo mejor para la vida adulta.
Fomentar la Auto-responsabilidad
La motivación interna es una de esas cosas que se desarrollan con el tiempo y la experiencia.
Cuando un joven con autismo logra una buena calificación en un examen, el orgullo que siente es mucho más poderoso que cualquier recompensa externa.
Aquí es donde los padres y proveedores de apoyo tenemos que ser estratégicos. En lugar de centrarnos únicamente en recompensas tangibles, es fundamental ayudar a tu hijo a conectar con sus propias metas y motivaciones.
Esto no solo lo prepara para la vida adulta, sino que también le permite desarrollar una verdadera auto-responsabilidad.
Comunicar y Auto-defenderse
A medida que tu hijo se acerca a la adultez, la comunicación y la auto-defensa se vuelven habilidades cruciales.
Ya no se trata solo de interactuar con amigos, sino de comunicarse eficazmente con profesores, empleadores y otras figuras adultas.
Un ejemplo que recuerdo bien es de un adolescente que, después de mucho trabajo, logró hablar con su maestro para resolver un conflicto. Este pequeño paso fue gigante en su proceso de convertirse en un adulto autónomo. Si puedes guiar a tu hijo en la práctica de la auto-defensa y en la búsqueda de oportunidades sociales independientes, estarás sentando las bases para una transición exitosa.
Recuerda, esta transición no es una carrera. Los valores y habilidades que has ayudado a tu hijo a desarrollar son lo que realmente cuenta. Tómate tu tiempo, celebra los pequeños logros y, sobre todo, confía en que juntos llegarán a donde necesitan estar.